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Atardecer de ensueño en Puerto Escondido, Oaxaca.

Actualizado: 10 oct 2020

Conocí las hermosas playas de Puerto Escondido aprovechando una tarifa de vuelo única e imposible de resistir. Recuerdo perfectamente haber recibido una alerta sobre esta tarifa mientras generaba un reporte en mi oficina. No me apena decir que pospuse un momento mi reporte y revisé la información; $700 pesos mexicanos por un vuelo redondo con equipaje documentado incluido, tres días, dos noches en fin de semana. No había que pensar, era todo lo que necesitaba. Envíe mensaje a mis amigas más cercanas con esta información y les supliqué que aceptaran la aventura. Mi hermana era un SÍ definitivo, mis dos amigas tardaban en conectarse, se demoraban en ver mi screenshot con la oferta más tentadora que hubieran recibido de mi parte. Cuando por fin leyeron mi súplica en la que aumenté lo jugoso de la oferta diciendo que yo podía pagar ahora los boletos y después hacíamos cuentas, me respondieron: "Ay Sandra, estás loca, pero bueno, si vamos."

Así, sin mayor preámbulo ni organización, cuatro amigas llegaron al aeropuerto de Puerto Escondido en donde lo primero que escucharon de los extranjeros en la banda de equipaje fue: "Nosotros venimos a surfear, aprender español y a bailar". Si estás leyendo esto, sabes que me apasiona el baile, que soy soltera y que hablo perfecto español; ¡estaba en el lugar perfecto, en el tiempo perfecto! Bromeo, lo menciono porque estos extranjeros describieron perfectamente algunos de los encantos de este paradisíaco lugar. Puerto escondido es conocido a nivel mundial por ser escenario ideal para quienes disfrutan del surfing. En la playa de Zicatela, se reúnen surfistas experimentados a disfrutar y desafiar sus increíbles olas. Además, cada año hay torneos en donde compiten los mejores surfistas del mundo.


TIP 1. Al salir del aeropuerto hay oferta de taxis y camionetas que cobran de $300 a $500 pesos por trasladarte a tu hotel, un completo abuso. Te darás cuenta que las distancias son cortas y muy accesibles para hacer el recorrido incluso caminando. Nosotras caminamos menos de 500 metros hacia la salida y encontramos un sitio de taxis locales, nos cobró $30 pesos por dejarnos en nuestro destino y durante nuestra estancia ningún taxi nos cobró más de $50 pesos.


Nos hospedamos en un encantador hotel en el que estuvimos prácticamente solas dadas las fechas poco turísticas. Es importante tener en cuenta que Puerto Escondido a pesar de ser atractivo turístico, ha conservado su encanto gracias a que no existen cadenas de hoteles ni grandes construcciones cerca de las playas. La oferta de hospedaje se encuentra en una pequeña lomita o a lo largo de Punta Zicatela y ningún hotel tiene acceso directo a la playa. Contrario a lo que estarás pensando, esto lo hace muy especial, le da un toque tradicional y hippie que nos encantó.


TIP 2: Encontrarás en Internet poca información sobre los hoteles en Puerto Escondido, como mencioné, no hay cadenas hoteleras. En la lomita, se encuentran concentrados 3 o 4 hoteles, en plaza Carrizalillo está un hotel muy bonito pero es para un presupuesto mayor. Y enfrente de Playa Zicatela hay una oferta muy amplia de hoteles y hostales. Al caminar por allí pensé en que estos serían excelente opción para la próxima vez que vaya, sin embargo el hotel en donde nos quedamos es excelente opción y figura entre nuestros recuerdos más agradables. Se llama Hotel Suites Villasol, tiene su club de playa en playa Bacocho al que tienes acceso libre y la atención y servicio es excelente. Casi siempre tienen una tarifa muy accesible que obvio yo no dejé escapar. Te dejo aquí su facebook para que empieces a seguirlos y no te pierdas ninguna promoción. https://www.facebook.com/HotelVillasol/


Playa Carrizalillo, Puerto Escondido.

Durante el primer día nos dedicamos a conocer Playa Angelito, playa Manzanillo y Carrizalillo. Angelito y Manzanillo se encuentran pegadas una de la otra, basta caminar desde Angelito a través de un interesante sendero con increíbles spots para fotos y llegarás a playa Manzanillo. Decidimos instalarnos en esta última pues el oleaje era un poco más tranquilo y sus aguas ofrecían una vista de distintas tonalidades de azul que invitaban a pasar todo el día allí. Nadamos y comimos muy rico y después de horas de relajación, risas y muchas fotos, decidimos ir a la imperdible Playa Carrizalillo. Lo interesante de esta playa es el reto previo y posterior a disfrutarla. Al llegar te encontrarás con aproximadamente 200 escalones que te permiten el acceso, este recorrido es muy bonito pues conforme vas avanzando, la vista se perfecciona y te llena de emoción y ansia de llegar.

Una vez allí, te encontrarás con la playa más hippie que he conocido hasta ahora; paz, tranquilidad y serenidad para quedarte por horas recostado sobre la arena. Y a la vez, olas que aparentan nobleza pero que requieren de un buen nadador para disfrutarlas sin problema. Es lugar perfecto para aquellos que inician la práctica del surf. Lo único pesado en subir esos escalones de regreso es saber que dejas un lugar hermoso a tus espaldas, el dolor de piernas y rodillas vale la pena completamente.


TIP 3. Durante la tarde, es indispensable que recorras el famoso "Adoquín", principal callejón turístico en donde encontrarás muchas opciones de comida, recuerdos y antojitos. Por recomendación comimos en el restaurante "Frente al mar" que ahora yo te súper recomiendo. Es el último de esa calle y además de tener mucha variedad de platillos; el servicio, los precios y la vista son inigualables" No te puedes ir sin pedir un café de olla, y si tienes suerte, te sorprenderán como a mi con algún postre de cortesía. En este lugar pasamos horas comiendo delicioso, platicando y viendo la lluvia caer, recuerdo único.


Al día siguiente, despertamos con nuestro plan desecho, queríamos madrugar para ver el amanecer pero una lluvia torrencial se presentaba fuera de nuestras habitaciones. Nos vimos desilusionadas e inquietas porque pensamos que no íbamos a poder hacer nada con esa lluvia.


TIP 4. ¡Mal!, muy mal permitir que el clima defina tu estado de ánimo, tus ganas de hacer algo o lo bueno o malo de tus vacaciones. Nunca vas a poder controlar lo que pase alrededor de ti ni lo que se pueda presentar. Un viaje se trata justo de eso, de salir de tu zona de comodidad y de la rutina. Disfruta del momento como se presente, nunca dejes de cuidarte pero no te limites. Cambia el plan y busca otras opciones, pero no se vale quedarse a dormir en el hotel o irse a plazas comerciales a cubrirse de la lluvia, para eso mejor quédate en casa.


Con toda la actitud, nos vestimos y salimos a desayunar a "El cafecito" frente a playa Zicatela. El desayuno, la vista y el ambiente fueron deliciosos. Te recomiendo ampliamente este lugar para desayunar, comer o cenar. Su menú de postres y panadería es delicioso y la atención y calidez del espacio lo hacen entrañable. Después de disfrutar del delicioso desayuno, la encargada del lugar nos recomendó que a pesar de la lluvia buscáramos una palapita y nos quedáramos a leer o simplemente disfrutar. Nos dispusimos a buscar un techo en alguna palapa pero no había ninguna, todos los locales estaban cerrados y teníamos dos opciones: Huir, o caminar bajo la lluvia. ¿Te ha pasado que aquello que crees que es mala, pésima idea, se convierte en lo que mejor que podías haber hecho? Pues justo así, caminamos bajo una lluvia muy fuerte y con mucho frio a lo largo de la playa en donde esas condiciones climáticas atraen y llaman a los surfistas. Decenas de jóvenes con tabla en mano corrían a desafiar a ese mar embravecido. Apreciamos el espectáculo y la destreza de estos talentosos surfistas mientras huíamos de un perro que nos seguía juguetón y a la vez agresivo; que nos asustaba y nos hacía reír a carcajadas tratando de huir de él. El perro robó el calzón de un súrfer y pudimos ver que allí estaban las llaves de su moto. Mi amiga con la mejor intención de buscar al dueño, corría por la playa con el calzón en mano ondeandolo cual bandera haciendo señas esperando que alguno de esos seres entretenidos con las olas se percatara de ella. Claro que esto no pasó, pero menciono al perro porque es un personaje local que nos hizo doblar de risa y nervios y que otros amigos han encontrado en su visita a Zicatela; espero de verdad que tú lo encuentres también. Y menciono al calzón del súrfer por si algún día llega a leer esto, sepa que quisimos ayudar.

Empapadas no sólo por la lluvia sino escurriendo de felicidad y satisfacción, regresamos a nuestro hotel a seguir disfrutando del día. Para este momento ya no sentíamos frío, ni nos molestaba la lluvia, pasamos una o dos horas en la alberca toda para nosotras, viendo desde ella a los pocos huéspedes asomarse desde su balcón viéndonos disfrutar. Díganme, ¿Qué puede pasar? ¿Mojarte? Es algo irónico ¿no creen? No querer mojarse con la lluvia mientras te mojas con el agua de la alberca, o con el mar. En fin, agradezco infinitamente este tipo de experiencias porque yo ya he aprendido a correr, bailar, nadar, reír, besar, e incluso, llorar bajo la lluvia.


Podría pasar días y días escribiendo sobre este viaje de tres días sin aburrirme y compartiendo muchas más experiencias. Y es que ese es el encanto de viajar, vives momentos únicos, conoces gente y/o perros únicos, comes delicioso y maravillas tus ojos con la belleza del cielo, del mar, del sol.

TIP 5. Maravíllate todos los días, no es necesario estar de vacaciones ni en otro sitio lejos de casa. Te aseguro que a cada paso que des, en cada calle que recorras hay motivos para asombrarse. Yo sonrío cada mañana con el azul del cielo y con el fruto que da el árbol en el estacionamiento de mi trabajo, me enamora la sombra del cerro que acompaña mi camino hacia casa y me libera y refresca el aire distintivo de mi ciudad. Agradece todo eso que sin ser tuyo te pertenece y nunca dejes de añorar y perseguir más de todo esto.


Para terminar este relato, te compartiré con nostalgia en mi ser, una de las tardes más perfectas e inolvidables que he vivido acompañada de mis tres amigas. Después de comer un delicioso manjar en alguno de los restaurantes que se encuentran a lo largo de Zicatela nos dirigimos a la playa. Bueno, no en alguno, en uno en específico de cuyo nombre no me acuerdo, lo único que sé es que pertenece a algún familiar de mi novio de la universidad. Esto lo supe porque al llegar allí, ví a su primo que no me reconoció (gracias a Dios) trabajando en su lap y disfrutando del lugar. Recordé entonces, las historias que mi novio me contaba sobre Puerto Escondido y lo mucho que disfrutaba con su familia y amigos. Agradecí en silencio a esta familia a quien se le había ocurrido incluír en su menú el alambre Mar y Tierra más rico que he probado en mucho tiempo. Bien, habiendo hecho lo que más nos gusta hacer y con el estomago muy feliz, caminamos hacia la orilla de la playa. Nos sentamos a descansar y a deleitarnos con los muchos surfistas que caminaban cerca de nosotras y a los que ya estaban en el mar. No podemos negar que es fácil caer ante esta combinación; piel bronceada y salada, cabello enredado y largo la mayoría de las veces, tabla en mano, brazos musculosos, abdomen marcado y fuertes piernas (emoji babeando). Ya perdón, estaba visualizando a mi hombre perfecto. Bueno, con esta perfecta vista nos encontrábamos presenciando el atardecer más hermoso y con mayor significado para mi.

Atardecer en Punta Zicatela, México.

Había un ambiente de adrenalina en el mar, pero encima de nosotras, el cielo azúl claro y penetrante y las nubes acolchonadas nos llenaban de paz. El sol majestuoso frente a nosotras nos regalaba una ceremonia llena de magia. Fueron minutos en los que como en las películas, las nubes se movían a un compás y formaban figuras que cual niñas chiquitas descifrábamos con emoción. Lo que empezó como un evento que disfrutábamos como grupo de amigas, con risas y comentarios la una a la otra, se fue convirtiendo en un momento de intimidad. Cada una inmóvil, encantada y enamorada de ese escenario, se hundía en sus pensamientos, se rendía ante el hechizo del momento. El tiempo se detuvo, eramos yo y el sol. Recuerdo lo que pensaba, lo que sentía, recuerdo haberme dicho a mi misma: esto es Sandra, este es el momento, la perfecta sintonía que habías esperado. El instante en el que te encuentras completa, en el que no hay nada que supere esta plenitud, esta dicha. Minutos que hoy recuerdo como de los más preciados de mi vida. ¡Gracias Dios! por tan perfecta creación, ¡Gracias sol! por impregnarme de tu magia ¡Gracias vida! por hacerme testigo, ¡Gracias amigas! por ser cómplices! Gracias Puerto Escondido! por ser perfecto escenario.


TIP 6. Agradece todos los días por lo que tienes y también por lo que no. Cuando vivo momentos y viajes como este, me convenzo más de que para ser felices no se necesita tanto. Necesitamos soñar, apreciar la belleza y nobleza de lo que nos rodea, despegarnos de la vanidad y vivir, reír y sentir como si fuera la primera vez.


PRESUPUESTO DE VIAJE: $1,800 PESOS MEXICANOS POR PERSONA

INCLUYÓ:

-VUELO REDONDO DESDE LA CDMX

-HOSPEDAJE EN HABITACIÓN DOBLE (2 NOCHES)

-TAXIS EN PUERTO ESCONDIDO

-COMIDAS Y CENAS DELICIOSAS

-CHEVES Y BOTANAS EN LA PLAYA


¿Te quieres lanzar tú también verdad? Yo te ayudo a planear tu viaje y a encontrar las mejores tarifas. ¡Escríbeme!


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